Nuestras Instalaciones

Fincas Dehesa Casa Blanca

Las fincas de Dehesa Casablanca abarcan las tierras de Ciudad Rodrigo. Hectáreas de terrenos de flora y fauna salvaje para que nuestros cerdos ibéricos se críen en libertad. En la Milla de Oro de la bellota, nuestros profesionales ponen la técnica al servicio de la naturaleza, con métodos que facilitan el acceso de los animales a la comida y controlando cada fase del proceso. Las madres paren en naves acondicionadas, vigiladas en todo momento por un equipo veterinario. Valiéndose de las últimas tecnologías de control y velando por la higiene en todo momento, nuestros profesionales se encargan de que a las crías no les falte de nada durante su crecimiento. Curtidos tras una larga trayectoria al cuidado del cerdo ibérico, los técnicos de Dehesa Casablanca verifican que cada fase del proceso cumpla con las condiciones necesarias de salubridad y calidad, así como velan por la correcta alimentación de los animales. En nuestras fincas abunda la bellota, siendo el único alimento de los cerdos ibéricos mientras dura la etapa de montanera. Gracias a ello, no precisamos de sobrealimentar a los animales.

Secadero Dehesa Casa Blanca

Las instalaciones de Dehesa Casablanca en el polígono Montalvo II son un prodigio de modernidad, avaladas por el sello de la CEE, que certifica el cumplimiento de todos los requisitos de calidad y excelencia.

Para asegurarnos que las piezas cuentan con la temperatura adecuada a cada fase del proceso de curación, nuestras cámaras disponen de grandes paneles frigoríficos forrando las paredes, mientras son vigiladas por técnicos especializados.

Además, disponemos de un secadero natural donde, a temperatura ambiente, las piezas obtienen unos matices y texturas que ya son marca de la casa.

Artesanos del ibérico, conocedores del noble oficio de curación del jamón, se ocupan de respetar los tiempos, controlar la limpieza y ofrecer el acabado que caracteriza a los jamones y embutidos de Dehesa Casablanca.

Secadero Dehesa Casa Blanca

Las instalaciones de Dehesa Casablanca en el polígono Montalvo II son un prodigio de modernidad, avaladas por el sello de la CEE, que certifica el cumplimiento de todos los requisitos de calidad y excelencia.

Para asegurarnos que las piezas cuentan con la temperatura adecuada a cada fase del proceso de curación, nuestras cámaras disponen de grandes paneles frigoríficos forrando las paredes, mientras son vigiladas por técnicos especializados.

Además, disponemos de un secadero natural donde, a temperatura ambiente, las piezas obtienen unos matices y texturas que ya son marca de la casa.

Artesanos del ibérico, conocedores del noble oficio de curación del jamón, se ocupan de respetar los tiempos, controlar la limpieza y ofrecer el acabado que caracteriza a los jamones y embutidos de Dehesa Casablanca.

Descubre los sabores de la Dehesa salmantina

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